publicado en Heraldo de Aragón l Domingo 23 de agosto de 2015
por Javier Velasco
Solo la calle de
Alfonso I y las más estrechas del Casco quedarán
vetadas a los ciclistas
● El borrador, aún
provisional, incrementa las rutas y permite circular por viales de carácter
peatonal
● El Ayuntamiento
cerrará los mapas definitivos en septiembre tras analizar las alegaciones
recibidas
ZARAGOZA. El Ayuntamiento ha cerrado
ya la propuesta de circulación de bicicletas por el Casco Histórico que, a
principios de septiembre, quiere aplicar tras consultar e incorporar las
sugerencias de los colectivos implicados. La idea del Consistorio es
aclarar, de una vez por todas, por dónde pueden y por dónde no pueden ir los
ciclistas en el corazón de la ciudad. La previsión inicial es permitir que se
circule por una gran cantidad de calles y plazas que hasta ahora estaban
vetadas o sobre las que había dudas.
Propuesta inicial del Ayuntamiento |
Si no hay grandes cambios, se dará
vía libre para que se puedan atravesar pedaleando todas las plazas del Casco
Histórico, así como calles marcadamente peatonales como, por ejemplo, las del
Gancho (Boggiero, Las Armas, Casta Álvarez, San Pablo...). Como consecuencia, se multiplican
las rutas posibles para hacer el Casco más permeable para bicicletas e
incentivar su uso en Zaragoza. Este ha disminuido en los últimos
meses tras el veto de que puedan ir por las aceras.
El plan solo prohíbe circular por
la calle de Alfonso I (salvo en un pequeño tramo en el que sí se permite, para
conectar las calles Fuenclara y Cuatro de Agosto) y por las que son
excesivamente estrechas. Son viales por los que se hace casi imposible que pase
ningún vehículo, como algunos de la zona del Tubo o adyacentes (Mártires,
Libertad, Estébanes, Santa Cruz, Jussepe Martínez...), el entorno de la Seo
(calles Pabostría, Deán y San Valero...), algunas de la Magdalena (San Lorenzo,
Estudios y Órgano, entre otras) y unas pocas del barrio de San Pablo (Cerezo,
Broqueleros y Callejón Sacramento).
Esta última zona es,
probablemente, la que más novedades puede presentar, ya que con la propuesta
que prepara el Ayuntamiento (que aún debe ser ratificada) aumentan notablemente
las posibilidades de circulación en bicicleta por sus calles. Además de
transitar por las calzadas de las calles con tráfico rodado, como Conde de
Aranda, San Blas o Predicadores, los ciclistas podrían internarse por los
largos viales ‘cuasi’ peatonales, como Boggiero, San Pablo, Las Armas o Casta
Álvarez, que no tienen diferenciado el espacio de los vehículos del de los
peatones, ni con alturas o pavimentos diferentes ni con bolardos de separación.
Solo pueden entrar por ellas vehículos
de carga y descarga y en determinados horarios. Los pocos con permiso para
acceder a estos viales solo pueden circular en un sentido. Las calles Boggiero
y Casta Álvarez son para ir sentido César Augusto, mientras que San Pablo y Las
Armas se usan para ir sentido paseo María Agustín. Sin embargo, el Ayuntamiento
quiere que las bicicletas puedan hacerlo en las dos direcciones, con el
argumento de que las calles no dan para que se crucen dos coches, pero sí dos
bicicletas o, incluso, un coche y una bici.
La situación es parecida a ambos lados
de la calle de Alfonso I, donde también se pretende permitir el paso de las
bicicletas por las calles en las que entran vehículos de carga y descarga. Y
eso que algunas de ellas son especialmente estrechas, como Contamina, Maestro
Luna o el Temple. En el caso del entorno del Tubo, algunas sí tienen espacios
diferenciados para peatones, como el caso de Ossau, Cuatro de Agosto o la mayor
parte de Méndez Núñez.
Prácticamente el resto de esta zona
tendrá vetado el tránsito de ciclistas, aunque el documento está sujeto a
cambios.
También por las plazas
Los alrededores de la calle de
San Vicente de Paúl se libran de las posibles dudas, ya que la mayoría de los
viales tienen calzadas separadas y de un solo carril, por las que las
bicicletas pueden circular, como la calle Mayor, San Jorge, Refugio, San
Lorenzo, Don Juan de Aragón... Las dudas regresan al adentrarse en el barrio de
la Magdalena, donde vuelven las calles peatonales o con el tránsito de
vehículos muy restringido. Allí se ha decidido, de momento, que calles como
Gavín o el final de la calle Mayor, de marcado carácter peatonal, sí permitan el
paso de bicicletas.
Los mapas que ha elaborado el servicio
de Movilidad del Ayuntamiento también explicitan el permiso para que los ciclistas
puedan circular por las plazas del Casco Histórico. La mayoría de ellas se
consideran ‘zonas verdes circulables’. Así aparecen espacios como la plaza del
Justicia, la de San Felipe, las de Sas, Ariño, San Pedro Nolasco, Sinués, Asso y
Santa Marta, entre otras. También se permitiría circular por la plaza del
Pilar, uno de los lugares donde se suscitó mayor debate cuando entró en vigor
la prohibición de transitar en bicicleta por las aceras y espacios peatonales.
¿Y en el eje del tranvía?
Una de las dudas que todavía
están por resolverse es la de si se podrá transitar o no por el Coso y la
avenida de César Augusto, en el eje del tranvía, una de las grandes demandas de
los ciclistas urbanos, ya que apenas hay rutas transitables para bicicletas
desde la plaza de España hasta la ribera del Ebro o la plaza del Pilar. El Equipo
de Gobierno municipal quiere permitirlo, pero estos días estudian si
jurídicamente es posible o no.
Acera Peatonal pide que las bicicletas
solo puedan ir por calles con calzada diferenciada
Los mapas que el Ayuntamiento
ha elaborado sobre la circulación de bicicletas por el Casco Histórico están
sujetos a cambios y modificaciones. El Consistorio escuchará todas las
propuestas y durante el mes de septiembre cerrará su propuesta para comenzar a
aplicarla lo antes posible, señalizando convenientemente las calles afectadas.
Uno de los colectivos que con
mayor fuerza ha reaccionado ante los planes municipales es la asociación Acera
Peatonal, que defiende los intereses de los peatones zaragozanos.
Su portavoz, Fernando Navarro, cree
que los cambios que se hagan deben perseguir «resguardar el carácter peatonal
del Casco Histórico, rescatada de la tiranía del tráfico». Para ello, pide que
no se permita a las bicicletas circular ni por las plazas ni por las calles que
no tienen una calzada diferenciada. Las primeras, en su opinión, son un lugar
«de encuentro y esparcimiento», con mención especial para la plaza del Pilar.
Las segundas las considera calles peatonales, en las que «los viandantes pueden
utilizar toda la superficie, teniendo siempre prioridad». «Proponemos que no se
permita la cohabitación de personas a pie con la circulación de ningún tipo de
vehículo, tampoco la bicicleta», apunta Acera Peatonal en sus alegaciones al
Ayuntamiento.
Esta asociación considera que el
objetivo debe ser que se haga un planteamiento «que tenga en cuenta la
bicicleta como medio de transporte, que se pretende que sea cada vez más
utilizado en toda la ciudad, y en esta zona en concreto». Para ello, propone
señalizar tanto vertical como horizontalmente «diez rutas para atravesar el
Casco Histórico en bicicleta». En ellas se incluiría la circulación por la
plataforma del tranvía, además de recorridos por viales con calzada propia como
Don Jaime I, San Vicente de Paúl, Echegaray y Caballero, calle Mayor, Coso,
Galoponte, etc.
JAVIER
L. VELASCO
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