ENTRADA DESTACADA

TODOS MIS PARQUES

Cada día disfruto más paseando por mis parques. Y digo mis parques porque muchos de ellos están cerca de casa y los considero míos, como una...

sábado, 27 de agosto de 2016

NO SON LAS BICIS, SÍ SOMOS NOSOTROS

Nacho Tomás
(Secretario Técnico de la Red de Ciudades por la Bicicleta)
13 de Abril de 2016
La Verdad de Murcia

Montar en bici es muy sencillo. Mi hijo pequeño con seis años sabe hacerlo sin ningún problema. Circular es otra historia.

Desplazarte por la ciudad dando pedales es una maravilla. Vivo en el sur Murcia y durante cuatro años la atravesaba cada día hasta el instituto Alfonso X, en lo que ahora es La Flota y antes era  La Huerta. En el norte. También en los primeros años de carrera me desplazaba a diario a la Facultad de Economía y Empresa, me hice amigo del bedel y permitía meter mi vehículo en una habitación o atarla a una escalera usada por casi nadie.

Hace 20 años había pocos ciclistas en Murcia y los que circulábamos lo hacíamos cumpliendo las normas. Y mirados de reojo. Recuerdo cuando una vez quise atajar a las tres de la tarde por una calle Trapería totalmente desierta y dos policías locales me obligaron a echar el pie a tierra. Lógico.

Actualmente las cosas han cambiado a mejor por el enorme incremento de usuarios, producido por diversos motivos. Esto consigue, en mi opinión, una de las grandes bondades de ser cada vez más: los coches ya no se sorprenden al vernos por la calle y están preparados para adaptarse. Si pedaleas sabrás a lo que me refiero. Vaya por delante, no soy anti-coche, de hecho tengo uno y lo uso cuando es necesario. Esa es la clave, usarlo con cabeza. Hasta cierto punto el automóvil soluciona situaciones, pero pasado un umbral se convierte en un problema. Hay que reducir su uso, no eliminarlo y, aunque hace falta ser valiente, nuestros responsables tienen muchas posibilidades a su alcance para hacerlo. Conozco cientos de ejemplos de otros países, ciudades y empresas que han funcionado muy bien. Se trata de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, cuidar su salud, reducir la contaminación que nos acosa (produce más muertes que los propios accidentes de tráfico) y otros muchos beneficios.

Pero siendo sinceros, el escenario también ha cambiado a peor porque muchos nuevos usuarios no saben circular. Se saltan semáforos, se suben a las aceras, cruzan pasos de cebra sin bajarse de la montura, van por calles de sentido prohibido, pasan a toda pastilla entre ancianos o niños en una plaza y otras muchas cosas que producen rechazo a los que intentamos movernos por la ciudad dando pedales con respeto. Y esto causa, naturalmente, rabia y enfado al resto de usuarios de la vía. Pero por favor no generalicemos: la culpa es de esta gente, no de las bicis. Vivo esto mismo en todas las ciudades del país. Sin excepción. Vamos en el buen camino aunque queda mucho por hacer.

La mano dura con los que no cumplen las normas es un primer paso, pero que sea igual de dura para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar y ánimo con la información a ciclistas y peatones